sábado, 26 de mayo de 2012

No sé cómo fue que me metí en esto



Sí, señores y señoras: mi nombre, asociado al concepto "maratón". ¡Ya no hay vuelta atrás!
No tengo claro cómo llegué a este momento, pero aquí estoy, inscrita para la Media Maratón Löwenbräu que se corre el 24 de junio en Santo Domingo. Han pasado semanas, tal vez un par de meses, desde que me levanté un día creyéndome Jerry Maguire y me dije: “voy a correr 21 kilómetros”. Y ya. Como si el cuento fuera pan comido.
¿En qué estaba pensando? Soy la peor corredora de la que la historia tenga registro: por años, y de manera más intermitente que semáforo después de una tormenta eléctrica, he tratado de trotar por el parque sin que mi lengua toque el suelo. El resultado ha sido un parque con el suelo cada día más lustroso.
Creo que fue culpa de Obama. Él y su campañan del “Yes, I can”. Claro, lo dice él que solo tuvo que llegar a la presidencia de Estados Unidos. Pff.
Así es que aquí estamos. A un mes de mi tortura china la carrera, con el estómago más revuelto que un ovillo y preguntándole a mi marido -que no corre ni así le paguen, hombre sabio- “¿Estás nervioso? ¿Estás nervioso?”, cuando la que está nerviosa claramente soy yo.
¿Llegaremos a la meta? Si no la han desmontado para la hora que llegue, ¡claro que sí!
La organización de la media maratón informa que “el récord del evento lo mantienen los kenianos Julius Keter con un tiempo de 1:04 en la rama masculina, y en la rama femenina Caroline Chemwolo con 1:16″. Una hora y cuarto es lo que me demoro en correr 10 kilómetros… pero vamos, que esos maratonistas son de otro planeta -Kripton- y no tengo que compararme con ellos. Solo hay que insistir, entrenar, y el sufrimientoresto vendrá solo.
Eso es lo que les iré contando en estos días. Los datos, descubrimientos y todo tipo de información que pueda serles útil si corren, quieren correr o no corren ni a la esquina. Y si, como yo, son de un planeta llamado Tierra. (Por si se animan: las inscripciones están abiertas desde hoy en todas las sucursales del Banco León).
Yes, we can!


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