Desde 2007, el presupuesto de los Juegos no se ha movido: costarán 9,300 millones de libras (US$14,500 millones, 11,600 millones de euros), al contribuyente, una cifra que ya casi cuadruplicó la que figuraba en la candidatura británica cuando la ciudad fue designada sede en 2005.
Según los últimos datos oficiales, quedan incluso unos US$500 millones que no se han gastado y que podrían utilizarse para imprevistos.
Una comisión parlamentaria evaluó sin embargo la cuenta pública real en 11.000 millones de libras, lo que provocó enseguida comentarios exasperados del secretario de Estado para los Juegos Olímpicos, Hugh Robertson, que habló de "cálculos sesgados".
El diario sensacionalista Daily Mail preparó a sus lectores para lo peor: "hasta 24,000 millones" ... Pero tuvo en cuenta en su cálculo los 6,500 millones de libras inyectados en la red de transporte para tratar de ponerla a la altura del acontecimiento, de los que sólo cerca de 1,000 están contemplados dentro de los 9,300 millones.
El misterio podría durar: "los costes son opacos y lo seguirán siendo" , aseguró Julian Cheyne, miembro de "Games Monitor" , una asociación de "vigilancia ciudadana" de los Juegos Olímpicos que se inclina por el estimado alto. Según él, el gobierno se aferrará hasta el final, por razones políticas evidentes, al presupuesto anunciado.
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