domingo, 29 de julio de 2012

Marcos Díaz quiere ser mejor padre que nadador


Además de ser un nadador conocido nacional e internacionalmente por sus triunfos, Marcos Díaz recibió la dicha de ser padre el 20 de julio del 2008 junto a su esposa Natalia Bentz Brugal.
Desde ese momento su vida comenzó a cambiar e inició a experimentar la paternidad.
“Es un sentimiento indescriptible.

Feliz, muy agradecido de esa bendición de Dios, y con el sentimiento de que nuestras vidas cambiarían para mejor. Yo digo que te pueden contar tantas cosas de los sentimientos de tener un hijo, pero hasta que te sucede no conoces realmente su magnitud”, así se expresa Díaz del momento que se enteró que sería padre.

La mayoría de la gente que conoce su trayectoria quizás no sabe de esta faceta en su vida, pero en realidad esto le ha hecho conocerse como persona cada día por la convivencia con su hijo que apenas tiene cuatro años. Díaz piensa que ser padre es un proceso al cual le pasará balance luego de largos años.

“En el deporte ya llevo una larga trayectoria y como padre de Kai, quien recientemente cumplió sus 4 años, apenas inicio. Lo que sí puedo garantizar es mi deseo de superar grandemente en mi labor como padre a cualquier logro como deportista”, explicó.

Resalta que trata de pasar tiempo de calidad con su niño, procura siempre estar muy pendiente de sus labores y responsabilidades día tras día. Explica que Kai cumplió su primer año de vida en Grecia, mientras participaba en una importante competencia de maratón de nado en ese país de Europa. Su profesión es muy demandante, pero siempre trata de estar presente en todos sus momentos importantes.

“Kai está aprendiendo a nadar hace ya un buen tiempo, desde que tenía unos dos meses de edad lo entrabamos al agua inicialmente no le gustaba, pero ahora le encanta.
Tiene en clases de natación más de un año, así que su enseñanza no es un crédito que me puedo atribuir”, dijo.
El nadador de ultra distancia, describe que su familia es un gran apoyo para él y a la vez una de sus principales motivaciones para trabajar fuerte día a día.

En su condición de profesional se empeña en hacer una labor que en el futuro pueda hacer sentir a su hijo orgulloso de lo que su padre ha logrado con su trayectoria de vida.
“Pienso que para ser un profesional exitoso, no sólo se debe ser exitoso en un área de la vida, si no en todas. Mantener un balance es lo más importante”, añade.

Describe que, uno que otro día levantarse en la madrugada a atender a su hijo no es un gran sacrificio, pero cree que el esfuerzo y dedicación amerita la formación de un hijo para que pueda convertirse en un individuo feliz y que aporte positivamente a la sociedad y por eso está seguro que supera por mucho el esfuerzo de cualquiera de lo más difíciles nados en aguas abiertas que le han tocado realizar.
“Las malas noches nunca son eternas, más bien son pocas, el gran reto es la formación continua que deberemos mantener como padres a través de los años que Dios nos dé de vida”, explica.

Hay muchas anécdotas ya que Kai, a pesar de su cortísima edad tiene un sentido del humor muy especial.
Que desde bien pequeño, siempre que veía a alguien rodeado de agua ya sea en la tv o algún periódico o revista, siempre señalaba diciendo “papi”.

“Ya se imaginan explicarle que su padre no necesariamente se desarrolla en todas las facetas de deportes acuáticos, y no necesariamente es la persona que estará viendo nadar en los medios”, declara. Con respecto de darle un hermanito (a) a Kai, cuenta que su esposa y él aún no lo definen del todo, pero si están de acuerdo en un futuro no muy lejano. También describe como linda y especial la relación que tiene con él, comparten mucho y disfrutan de las pequeñas cosas.
Cuenta que les encanta el mar y la playa.


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